martes, 31 de julio de 2018

Palacio Arzobispal

Durante varios años después de la fundación de la ciudad, los párrocos de Quito vivieron en diferentes casas de los alrededores de la Catedral. Fue solo hasta que se erigió el Obispado de Quito en 1546, que se autorizó la compra del solar asignado al conquistador Núñez de Bonilla y sus herederos en el flanco nororiental de la Plaza Mayor, que se estableció el Palacio del Obispo de Quito en la esquina en la que se encuentra hasta el día de hoy.​
La construcción original se modificó en 1.775 con la llegada del arquitecto español Antonio García, que colaboró también en la construcción del Palacio de Carondelet, y fue quien introdujo las características formas neoclásicas europeas con resaltos laterales de remates triangulares, con sobre-relieves de las armas del Vaticano en la izquierda y el Arzobispado de Quito en la derecha.​
Las modificaciones de García subsistieron hasta el siglo XX, donde se ejecutó una restauración que alteró los elementos originales, en especial al interior del Palacio.​ Esta segunda modificación se realizó en 1978, pues el Arzobispo consideraba que el edificio se había vuelto peligroso debido a la antigüedad de los materiales con los que había sido construido, pero solo se trató de un reforzamiento de la estructura y adecuaciones eléctricas y sanitarias.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario